Un postre económico,
fácil de hacer y muy antiguo en
nuestra gastronomía.
Desde siempre lo
hacían nuestras madres y abuelas
para cualquier celebración.
Por sus ingredientes
naturales es bastante sano, el único
problema es el azúcar que engorda un
poquito más.
Estas rosquillas que
vamos a hacer hoy tienen la
originalidad del flan de vainilla.
Resultan deliciosas.
Muy jugosas y con un intenso sabor
a vainilla.
Húmedas por fuera y
esponjosas por dentro. Un capricho
de vez en cuando.
Se debe usar flan en polvo sin azúcar en
la mezcla. Salen
muy bien con Flanin o
El Niño. Si se usa flan Royal hay
que disminuir la cantidad de azúcar porque el
flan ya
lleva en la mezcla.
Ingredientes para
38 rosquillas:
- 2 huevos.
-100 gr. de azúcar.
- 200 ml. de aceite
de girasol (yo lo calcule con un vaso
grande de los de leche, de 250 cl. no
lleno del todo).
- 200 ml de leche (yo
lo calcule con un vaso grande de
los de leche, de 250 cl. no lleno del todo).
- Ralladura de 1
limón, de naranja, o una copita de anís.
- Un sobre de flan de
vainilla en polvo.
- Un sobre de
levadura en polvo.
- Harina la que
admita (yo conseguí el punto de la masa
con 800 gr. y salieron 38 rosquillas).
- Canela y azúcar para pasar las
rosquillas después del
almíbar.
- Para el baño de las rosquillas: un
tazón de almíbar
ligero (hervimos 250 ml de agua con 200 gr. de azúcar).
Preparación de la receta:
Mezclamos bien todos los ingredientes en la batidora
(menos la harina).
Los polvos del flan los echamos tal
como vienen en el sobre.
Echamos la mezcla en un bol y vamos añadiendo la
harina poco a poco y
mezclando hasta que formemos una
masa que se despegue bien de las manos.
La vamos añadiendo con una
cuchara hasta que la masa
quede lisa y sin grumos. La cantidad que admita, no
es
fija. Debemos poder trabajar la masa con las manos.
Formamos una
bola grande, la tapamos con un paño y
dejamos repasar 15 minutos.
Nos untamos las manos con aceite y vamos formando las
bolas con la masa.
Con los dedos hay que hacerle a cada
bola un agujero en el centro.
Otra opción, que es la que yo he usado, es coger trocitos
de masa, hacer
una bola compacta con la mano, y
después colocarla en la encimera. Con las dos
manos
alisarla hasta conseguir un tira que luego enrollamos
montando una punta
sobre la otra. Alisamos bien la
unión para que
no se rompa ni se note.
Freímos las rosquillas en abundante aceite no muy
caliente para que se
hagan bien por dentro.
Si disminuye el nivel de aceite, añadimos más, ya que
las rosquillas deben
flotar en el aceite. Si tocan abajo
en la sartén, se quemarán al momento.
Al freír no ponerlas muy juntas, ya que la levadura hará
que aumenten mucho
su tamaño al echarlas a la sartén.
Cuando tengan un bonito color dorado, las sacamos de la
sartén, las
escurrimos sobre papel absorbente.
Aun templadas, las vamos cogiendo con un palillo o
tenedor y las pasamos
ligeramente por el almíbar. A
continuación por el azúcar y la canela.
Y listas para servir.
Se conservan mucho tiempo en un recipiente con tapa y
hermético.
Espero os haya resultado
útil. Cualquier duda
preguntad.
Tiempo de
elaboración: medio.
Dificultad: baja.
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