Un postre económico, fácil de hacer y muy antiguo en
nuestra gastronomía.
Desde siempre lo hacían nuestras madres y abuelas para
cualquier celebración, sobre todo en Semana Santa,
Navidades y Reyes.
Son las típicas rosquillas fritas, a las que hoy les vamos
a dar un toque especial con la deliciosa naranja de
nuestra huerta y de nuestro pueblo, Palma del Río.
Por sus ingredientes naturales es bastante sano, el único
problema es el azúcar que engorda un poquito más.
Resultan deliciosas con su azúcar y canela por encima.
Un capricho de vez en cuando.
Ingredientes (para unas 20-22 rosquillas): - 2 huevos.
-6 cucharadas de azúcar.
- Una tacita de las de café de aceite de girasol.
- Zumo de dos naranjas y la ralladura de una.
- 1/2 sobre de levadura en polvo.
- ½ kilo de harina.
Preparación de la receta:
En un bol amplio, ponemos el zumo de las dos naranjas,
la ralladura y los huevos.
Mezclamos muy bien.
Añadimos la levadura y volvemos a mezclar.
Incorporamos el azúcar, el aceite y la harina.
Mezclamos todo hasta conseguir una masa homogénea,
sin grumos y que no se pegue en las manos.
La tapamos con un paño o papel de cocina y dejamos
reposar al menos 30 minutos.
Preparamos una sartén profunda con aceite.
Ponemos harina en una superficie lisa y amasamos un
poco la masa con las manos.
Después empezamos a hacer las rosquillas y colocarlas
en una fuente con un papel de hornear para que no se
peguen a la bandeja.
Cuando el aceite esté bien caliente, echamos las rosquillas poco a poco, sin que se toquen entre sí, ni toquen el fondo.
Las dejamos dándole la vuelta hasta que estén doraditas.
Si disminuye el nivel de aceite, añadimos más, ya que
las rosquillas deben
flotar en el aceite. Si tocan abajo
en la sartén, se quemarán al momento.
Al freír no ponerlas muy juntas, ya que la levadura hará
que aumenten mucho
su tamaño al echarlas a la sartén.
Sacamos y colocamos sobre papel de cocina para que
suelten el exceso de aceite.
Aun caliente, pasamos la rosquilla por una mezcla de
azúcar y canela (yo las pase al azúcar directamente de
la sartén, sin escurrir, si las escurría no cogían después
el azúcar).
Y ya está. Deliciosas.
Que no nos asuste el aceite de freírlas, al escurrirlas en
papel de cocina pierden todo rastro de aceite.
Para conservarlas, hazlo en un tape o lata, pero bien
tapadas y que no les
entre aire.
El resultado un postre riquísimo.
Espero os haya resultado útil. Cualquier duda
preguntad.
Tiempo de elaboración: medio.
Dificultad: baja.
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